Camina hoy, mañana descansa
6:15. Mi despertador suena, me incorporo con el afán de apagarlo. Deseo durar un poco más, sin embargo sé que si me recuesto volveré a cachar el sueño. Prendo la luz, tomo un par de calcetines, mi pans, una sudadera y mis tenis...Estoy listo! La caminata da comienzo. Recorro las calles con un solo destino: el ITC. ¿Aburrido? Puede ser, mas día con día aprecio cada momento en ese andar. Miro los autos con sus faros encendidos alumbrando la oscura mañana. Y a veces, existe un cruce con otro peatón, raro pero real.
Llego a mi destino satisfecho; es hora de volver. La luz del sol se hace notar. Hay ocasiones en las que se me regala una lluvia de colores maravillosa; otras, el intenso azul resalta lo verde de la flora colimense. Muchos me dicen: es demasiado temprano! Simplemente no cambio ese instante magnífico en el que me encuentro a mi mismo, ese instante que me hace seguir con las ilusiones: EL INSTANTE EN EL QUE EL SOL ME SONRIE DE NUEVO!
Racho!
Llego a mi destino satisfecho; es hora de volver. La luz del sol se hace notar. Hay ocasiones en las que se me regala una lluvia de colores maravillosa; otras, el intenso azul resalta lo verde de la flora colimense. Muchos me dicen: es demasiado temprano! Simplemente no cambio ese instante magnífico en el que me encuentro a mi mismo, ese instante que me hace seguir con las ilusiones: EL INSTANTE EN EL QUE EL SOL ME SONRIE DE NUEVO!
Racho!
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