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Racho!

El recuento de los daños!

Vaya, como ya saben ayer entregué un trabajo así que no pude escribir mucho, de cualquier modo estaba muy cansado y desvelado para meterme a internet a redactarles cómo estuvo. Además, Mayte ya me había ganado la compu cuando llegue a mi casa...jejejeje! Bien, pues después de entregar el trabajo fuimos al área de maestros [conocida como "El gallinero"]. Estuvimos ahí un rato, y uno de mis maestros pegó la lista de calificaciones finales de sus materias. Ya estaba conciente que las había reprobado, pero debo admitir que me impactó ver: Gustavo Sotomayor NA. No creí que me fuera a afectar anímicamente, pero hasta mis amigas lo notaron mas yo no hice mención de nada de eso [estoy conciente que lo pueden estar leyendo, fue eso lo que tenía ayer!].

Salimos de la escuela; como era temprano fuimos a un centro comercial a tomarnos un café. Estuvimos platicando muy agusto sobre las relaciones y la forma tan extraña en la que nos hicimos amigos. Bueno, ok, no fue una forma extraña...sino lo curioso que es el habernos conocido antes para después tener una amistad chida! Así, pues le dije a Yuri que jamás creí que ella y yo fuéramos a ser grandes amigos. Siempre la vi como una persona muy seria, retraída y a la que no le agradaba mucho mi presencia. [Si Yu, eso llegué a pensar!] Y terminamos siendo muy grandes amigos, en serio que cuando las cosas se dan es por algo!

Bueno, yo creo que ya me paso a retirar. Pero antes dejo un mensaje que me gustó y que tiene mucho que ver con la amistad, lo encontré en la red y espero les guste: [Va dedicado a TODOS ustedes mi amigos, muestra que jamás los olvido aunque ya no nos veamos!]

EL ÁRBOL DE LOS AMIGOS

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, más otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.

El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá quienes nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien. Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, del corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies. Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.

Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. hoy y siempre...

Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaran mucho, pero no habrá de los que no nos dejaran nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.

Un texto de José Luis Borges

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